viernes, 10 de octubre de 2008

Tras la recuperación de los restos del evangelista Marco en Egipto, de manos de dos comerciantes venecianos, se hace edificar una basílica para albergar la reliquia del Santo. Cuentan que en el año 976 se desató un incendio que no solo arrasó la plaza, sino que mató a las tres únicas personas que sabían donde se hallaban ocultos los restos. La población entera ayuno y rezó para que aparecieran, y en 1094 ocurrió el milagro durante la inauguración de la nueva iglesia se desmoronó una columna dejando al descubierto un brazo humano. Inmediatamente se edificó una cripta y desde ese momento los restos del Santo reposan allí.

La basílica parece obra de un arquitecto griego y desde su construcción ha sido el orgullo de los venecianos. El Dux Domenico Selvo pidió a los mercaderes que trajeran de Oriente mármol y piedras preciosas para decorarla. Con estos materiales se realizaron los mosaicos que adornan las cúpulas y las bóvedas. Con estos materiales se realizaron los mosaicos que adornan cúpulas y bóvedas.

Las cinco cúpulas bizantinas del siglo XII están rematadas por una linterna y una cruz. La fachada principal se ve recortada por una terraza donde reposan los cuatro caballos de bronce; las copias, pues los originales se alojan en la exposición permanente de la Biblioteca Marciana o Museo Marciano. Las dos plantas presentan la misma estructura de cinco arcadas que se abren en pórticos en el piso inferior.

La fachada izquierda se abre sobre la Piazetta del Leoncini, el acceso a la iglesia se da a través de la Puerta de Fiori, nótese el hermoso bajorrelieve de la natividad. La fachada Sur o derecha es la medianera con el Palacio del Dux; pero dos arcadas sobresalen de la pared contigua abriéndose con grifos de estilo romano la primera y la segunda dando paso al baptisterio. Una vez pasado el baptisterio se pueden admirar los pilares de Acre, posiblemente traídos a Venecia desde San Juan de Acre tras la victoria sobre los genoveses en 1258.

Una vez superada la Loggia, se accede al Atrio, con sus mosaicos de escenas del Antiguo Testamento que sirven de antesala a los mosaicos del interior que corresponden a las escenas del Nuevo Testamento. Superado el Atrio se accede al Interior de la basílica; también se puede visitar el Tesoro con la famosa Pala d´Oro, el Baptisterio y las Capillas.


Atrio

El Atrio lo conforman 6 cúpulas y tres cruzadas. En las tres cruzadas se muestra Venecia festejando la gloriosa victoria de Constantino.

El atrio se compone de seis cúpulas, de derecha a izquierda son:

La cúpula de la Creación: está decorada con los mosaicos más antiguos del atrio. La historia del génesis se narra en círculos concentricos.
La segunda cúpula relata la historia de Abraham.
Las tres siguientes cúpulas cuentan la Historia de José.

La siguiente cúpula y última, cuenta la historia de Moisés.

Las cúpulas del Atrio cierran el relato del Antiguo Testamento, e introducen al visitante en la historia del Nuevo Testamento contado en el interior de la basílica.


Interior de la basílica

Más que cada detalle dentro de la basílica lo imponente es el conjunto, el ambiente, la luz, los mosaicos y el lujo; forman esa atmósfera oriental que tanto fascina a los visitantes. La basílica presenta una planta en forma de cruz griega, con presbiterio elevado y separado por un iconostasio de la nave principal.

Ante tanta riqueza, en el interior de esta catedral se tiene una extraña sensación de no saber donde mirar para no perderse de nada. Los mosaicos de las paredes son una maravilla muchos de ellos realizados por artistas conocidos de la época. Sobre la puerta de la entrada está representada la Deesis, es decir, Jesús entre la Virgen y San Marcos bendiciendo al visitante y sobre la entrada occidental se representa el Juicio Final.

La cúpula central nos muestra una síntesis de la Pasión y Muerte de Jesús. En el brazo derecho del crucero, la cúpula de San Leonardo; se representan a San Nicolás, Clemente, Blas y Leonardo iluminados por el rosetón. Los mosaicos del arco meridional son de la época bizantina y presentan un resumen de las Tres Tentaciones de Cristo, la Entrada a Jerusalén, La Última Cena y el Lavatorio.

Todos los mosaicos de la cúpula centralresponden a la Ascensión y resumen los momentos más importantes de la Anunciación y los de la cúpula axial representan el Advenimiento.

Los mosaicos del arco septentrional pertenecen a la mano de Tintoretto y representan: a San Miguel, Las bodas de Caná y la Última Cena. La curación de los enfermos se le adjudica a Veronés.

En la nave izquierda del crucero se pueden admirar los mosaicos de San Juan Evangelista y el capitel de la Crucifixión.

En el iconostasio veremos estatuas góticas en mármol de la virgen y de los apóstoles esculpidas en 1394 por los hermanos Dalle Masegne. Sobre el altar el imponente baldaquín de mármol verde está sostenido por esbeltas columnas de alabastro talladas con escenas del Nuevo Testamento.


El tesoro

A pesar del saqueo rass la caída de la República y la venta de joyas para la recaudación de fondos a principios del siglo XIX, el tesoro todavía cuenta con uan valiosa colección de objetos de oro, plata y cristal bizantinos. La mayoría de los tesoros se conservan en una sala cuyos gruesos muros se cree que formaron parte de una torre del Palacio Ducal en el siglo IX. La exposicion incluye cálices, copas, relicarios dos íconos del arcángel San Miguel y un relicario del siglo XI en plata dorada como forma de la basílica.

El retablo de Pala d’Oro, el magnifico retablo elaborado en el siglo X por orfebres medievales. Está formado por 250 paneles cada uno adornando con esmaltes y piedras preciosas. Para poder ver el retablo se debe acceder desde la Capilla de San Vicente y pagar una entrada. Esta obra es la estrella de la basílica de San Marco.


El baptisterio

El Baptisterio está formado por tres zonas comunicadas entre sí. Los mosaicos del siglo XIV, relatan episodios de la vida de San Juan Bautista y de la infancia de Jesús. Digno de mención el famoso Baile de Salomé un mosaico precioso.

La pila bautismal es obra de San Sovino, el arquitecto de la basílica que recibió el honor de ser enterrado al pie del altar.


Las capillas

Las capillas de la basílica son una maravilla, cada una de ellas está dedicada a un santo diferente y decorada espectacularmente.

La Capilla de San Clemente está situada en el ábside de la derecha, esta capilla también está limitada por un iconostasio con estatuas realizadas por los Delle Masege. Los mosaicos que recubren la bóveda representan a San Clemente Se piensa que antiguamente existía una ventana en la parte de la derecha por la que el Dux seguía los oficios religiosos desde su palacio.

Los antiguos mosaicos que decoran los arcos del lado de la Capilla de San Pietro relatan los episodio de San Pedro y San Marcos. Esta capilla también se haya precedida por un iconostasio.

La Capilla de la Virgen de Nicopeia, tiene una imagen del Bizancio que es muy venerada en la isla, representa la Virgen con el Niño. Esta imagen es llamada Nicopeia, que quiere decir “artífice de victorias”.

La Capilla de Sant’Isidoro está cerrada por un muro decorado con el árbol genealógico de la Virgen María, un mosaico de finales sol siglo XII.

La Capilla de los Mascoli está destinada a los miembros de una cofradía estrictamente masculina tal y como indica su nombre en veneciano. Los mosaicos que decoran esta capilla son obra de Giambono, Andrea el Castagno, Jacopo Bellini y Andrea Mantenga, todos ellos mosaiquistas de ocasión

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